El uso de los fondos de la Caja Popular de Ahorros (CPA) continúa siendo la excusa bajo la cual miden fuerzas el gobernador, José Alperovich, y los referentes de la Asociación Bancaria.
La principal disputa surgió tras la ley aprobada en la Legislatura (por el alperovichismo) que habilitó al PE a realizar una sustitución de garantías del Departamento Seguros por Letras de Tesorería, por unos $ 170 millones.
Ahora, los bancarios, y en particular el dirigente Carlos Cisneros, buscan reflotar la causa por el cierre del Banco Noar. Según Cisneros, el avance de ese expediente -radicado en la Fiscalía II, a cargo de Carlos Albaca- permitiría continuar camino hacia la recuperación de un préstamo de U$S 2 millones que el Banco Noar le solicitó a la Caja en 1994. "La deuda actualizada equivale a unos $ 55 millones que el gobernador Alperovich nunca se preocupó en recuperar", resaltó el domingo a LA GACETA Cisneros.
Sumado a esto, el dirigente bancario dijo que la resolución que habilitó el préstamo fue firmada por "el gobernador y su cuñado Carlos Rojkés, que eran el presidente y el secretario del Banco Noar", remarcó Cisneros.
El gobernador Alperovich respondió ayer a las acusaciones de Cisneros durante la rueda de prensa que realizó en Las Talitas, tras inaugurar obras de pavimento. Cuando este diario le preguntó acerca de su postura sobre la intención de La Bancaria de reflotar la causa, dijo: "bueno, que lo hagan, si la Justicia es importante".
En el proceso judicial al que alude Cisneros, la mesa directiva del Noar es denunciada por presunta estafa. Y, en función de esto, el gobernador marcó ayer una posición distinta a la del bancario. "Una; el Banco Noar no quebró, es una mentira. La otra; es un préstamo que la Caja tomó; y el interventor de la Caja creo que era Cisneros", señaló Alperovich.
Luego, agregó: "si hay que hacer una denuncia por no haber cobrado o por cobrar (el préstamo) es a Cisneros; no a mí. Él fue interventor de la Caja y habría que preguntarle por qué no cobró ese préstamo". El bancario estuvo al frente de la Caja durante el gobierno de Julio Miranda.
Según el mandatario, las versiones que surgen desde La Bancaria son confusas. "Es que se tergiversan tanto las cosas que no se comprenden; por lo que tengo entendido, era un crédito del Banco Noar por $ 2 millones que vendió la Caja. Quien tenía que cobrar ese crédito era la Caja y quien manejaba la Caja en una época era Cisneros. Entonces la pregunta es por qué no lo ha cobrado él. Si hay alguna connivencia, o algo, no es culpa mía, ¿no?", inquirió.
"No pudimos accionar"
Frente a las declaraciones del titular del PE, Cisneros se apresuró en dar su versión. "Nunca pudimos accionar desde la Caja. Recién ahora logramos reconstruir este expediente porque, en 2001, cuando estaba Pablo Baillo a cargo, se robaron los documentos originales. Además, en ese año ni siquiera estaba (yo)", retrucó.
Según Cisneros, en el presunto robo hubo motivos políticos. "En 2001, Alperovich era candidato a senador y tenía miedo de que este documento salga a la luz. Este expediente reconstruido, es una fotocopia (lo exhibió). Además, el responsable de cuidar los originales era el abogado Félix Herrero, director de Catastro desde 2003. Mire la casualidad", ironizó.
La postura de La Bancaria se mantiene firme y Cisneros ratificó la decisión de reimpulsar la causa del Banco Noar. "Estamos trabajando con profesionales que llevan el expediente desde hace años para presentarnos en tribunales. Esto está paralizado. Esperamos que la Justicia comience a reaccionar y se ponga los pantalones largos. Tendremos que movilizar trabajadores para que se acabe este quietismo", aseguró.
Por último, se refirió al kirchnerista Hugo Sánchez, que hace dos semanas asumió como delegado de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca) en Tucumán. "Sánchez tiene una empresa que repara ascensores y cobró $ 600.000 para arreglar los de la Caja, pero no hizo nada", atacó Cisneros.